Nuestro estilo de vida, la alimentación y las emociones son factores determinantes influyen directamente en el PH de nuestra sangre. Lo ideal es que se sitúe entorno a un valor del 7’4, donde su funcionamiento es correcto y no hay muestras de la presencia de microorganismos patógenos. De hecho, los resfriados, las alergias, problemas en la piel o los problemas respiratorios pueden obedecer a que no tenemos la sangre en buenas condiciones. Normalmente el problema son las toxinas que se acumulan en el torrente sanguíneo, pero hay fórmulas para limpiarlo de manera natural. Por ejemplo, a base de preparados con hierbas o a través de recetas casera.

Si la sangre no está limpia, puede afectar al funcionamiento de algunos órganos vitales como el hígado, el intestino o los riñones. Lo ideal es transformar nuestra dieta para no seguir ingiriendo toxinas y, desde luego, depurar las que ya tenemos. Si no lo hacemos, ellas mismas comenzarán a manifestarse en forma de granos, acné o, incluso, sobrepeso.

Pero, si vamos a iniciar un proceso depurativo, hay que hacerlo bien, con planteamientos adecuados desde el principio. Por ejemplo, conviene iniciarlo en fin de semana o unos días en que podamos estar tranquilos, relajados y descansar. La clave es no sufrir estrés ni tener que hacer grandes esfuerzos. Además, realizaremos una dieta restrictiva, similar al ayuno. Es decir, sólo comeremos frutas y verduras y beberemos 2 litros de agua y bastantes infusiones depurativas. Todo ello facilitará la salida de las toxinas de nuestro cuerpo.

Precisamente, vamos a repasar de manera exhaustiva qué hierbas son las adecuadas para limpiar nuestra sangre, sobre todo por su poder depurativo. La mayoría de ellas benefician al sistema linfático y nos ayudan a acabar con la retención de líquidos.

Este es el caso de la Bardana, con poder antiséptico, laxante, antibacteriano, antiinflamatorio y diurético. Es muy depurativa y eficaz. Reduce el hinchazón, mejora el reuma, potencia la claridad mental y ayuda a combatir el dolor de garganta, el acné, la ciática y los cálculos en la vesícula. El sauco, por su parte, es un potente antibacteriano y un agente depurador muy competente que sanea el hígado y los riñones. También lo es la Cola de Caballo, otra hierba que estimula el cuerpo para eliminar el exceso de líquidos mientras potencia el metabolismo. Es decir, que no sólo ayuda a purificar, sino también a adelgazar. En cuanto a la ortiga, es diurética y buena aliada del hígado y los riñones. Hablamos también de la zarzaparrilla, que reduce la grasa y el ácido úrico, es antioxidante y purifica el organismo. Y, por último, el diente de león, una planta salvaje muy adecuada para purgar el cuerpo ya que ayuda a eliminar las toxinas acumuladas.

Además de las hierbas, también hay algunos alimentos con poderes depurativos destacables. Este es el caso de limón, uno de los más efectivos. Después de unos días tomándolo, comprobaremos su poder antibacteriano y regenerador de todo el organismo en general y de la sangre en particular. Quizá las propiedades depurativas del aloe vera sean las más conocidas, de unos años a esta parte. Desintoxica, depura, desinfecta, elimina virus, hongos y bacterias, cura y revitaliza. Por otro lado, tenemos la granada, sabrosa fruta con importante poder antioxidante que otorga mayor fluidez al torrente sanguíneo. Los expertos aseguran que, si durante 3 meses, bebemos un vaso de zumo de granada en ayunas, veremos importantes resultados. Nos ocupamos también de la clorofila, que ayuda a aumentar el número de hematíes, desintoxica la sangre, ayuda a trabajar al corazón y es el aliado perfecto para luchar contra la anemia. Por supuesto en esta lista debemos incluir la cebolla, que mejora el funcionamiento del corazón, purifica la sangre y mantiene las arterias sin grasa. Y, por último, el berro. Es un buen aliado para conseguir ciclos menstruales regulares y equilibrados. Además es muy sabroso y purifica el organismo.

La edad de cada persona, junto con su peso, su sexo y su altura, determina la cantidad de sangre que hay en el cuerpo. Los adultos tenemos entre 4 y 6 litros de media y conviene depurarla regularmente para mantener sano el organismo. La sangre es la encargada de transportar y eliminar las toxinas que nos perjudican, pero también los nutrientes, las hormonas y el oxígeno que necesitamos para vivir. Por ello, conviene mantenerla en buenas condiciones.

Mantener la sangre limpia y pura favorece el funcionamiento de órganos vitales, como el intestino, el hígado y los riñones. Por eso en nuestra dieta habitual es necesario incluir muchas frutas y verduras, cereales, mucha agua mineral, así como reducir la cantidad de grasas y productos lácteos de animales. Y, en los procesos depurativos, hay que seguir las instrucciones indicadas más arriba: un poco de ayuno, dieta a base de alimentos y hierbas depurativas, y muchas infusiones y líquidos que nos ayuden a eliminar toxinas.